La catedral de Santa María de la Sede, nombre de la catedral de Sevilla, es uno de los símbolos más reconocibles de la capital andaluza. Esta catedral es la más grande del mundo de estilo gótico, y el tercer templo cristiano de mayor tamaño, solamente superada por San Pablo en Londres y San Pedro del Vaticano.
La catedral de Sevilla, no es única sólo por sus dimensiones, también lo es por su historia.
Esta catedral, al igual que muchas otras, fue levantada sobre los restos de una mezquita, la mezquita mayor de Sevilla. Tras la conquista de la ciudad en 1248 por parte del rey cristiano Fernando III «El santo».
La mezquita se tomó como sede catedralicia de la ciudad y se conservó su arquitectura original, excepto por la creación de la capilla real.
Las obras de mezquita comenzaron en el año 1172, por orden del califa Abu Yaqub. Sólo seis años después (1182) se instauró este templo como mezquita aljama de Isbiliya la nueva capital de al-Andalus. El primer sermón o jutba se pronunció el viernes 30 de abril de 1182.
Su sucesor Abu Yusuf, reemprendió la construcción de la mezquita en 1188, completando el alminar y el sahn (patio de abluciones). Además se repararon las naves este, norte y oeste del oratorio, ordenándose también el exterior del edificio. En 1196, Abu Yusuf ensanchó el patio de abluciones, ya que el oratorio era pequeño y la gente sólo podía orar en el patio. Dos años después, las obras estaban definitivamente concluidas.
Una vez conquistada la ciudad por las tropas cristianas, la mezquita fue cristianizada y se cambió la orientación del rezo. Aunque el edificio no se alteró hasta principios del siglo XV, cuando se decidió derruir la mezquita por su lamentable estado de conservación.
Tras el cabildo del viernes 8 de Julio de 1401 un canónigo pronunció una frase ligada a la historia de la catedral hasta nuestros días.
«Fagamos un templo tal e tan grande, que los que la vieren acabada, nos tengan por locos.»
En 1403 dieron comienzo las obras de la catedral en el solar de la antigua mezquita, siguiendo exactamente el mismo trazado y orientación de esta. Este hecho hace de la catedral sevillana una excepción dentro del estilo gótico. El edificio no presenta una planta en forma de cruz latina con ábside y girola, si no en rectángulo. El punto más alto, sin contar la Giralda, es el cimborrio, que alcanza los 40 metros de altura.
La planta de la catedral presenta 5 naves y 25 capillas adyacentes repartidos entre los 116 metros de largo por 76 de ancho del rectángulo.
Se cree que el artífice del diseño de la catedral fue el arquitecto de origen francés Ysambart. Se trata de uno de los maestros más valorados en los territorios hispanos de las primeras décadas del siglo XV. Su presencia se encuentra documentada en Lleida, Zaragoza, Daroca, Tordesillas y Palencia.
Ysambart realizó las trazas originales de la Catedral, según la copia de los planos localizada en 2008 en el convento de las clarisas de Bidaurreta.
Sin embargo, no parece que Ysambart realizase ningún trabajo en la Catedral sevillana, ya que el primer maestro de obras documentado fue el maestro Carlín.
Este llegaría a España huyendo de la guerra de los Cien Años, en busca de nuevas oportunidades laborales. Antes de llegar a Sevilla, trabajó en Barcelona, donde diseñó la gran portada de la fachada principal de la Catedral.
Mas tarde pasó por la Seu Vella de Lleida, donde coincidió con Ysambart, y tras una estancia en Valencia, llegó a la capital del Guadalquivir.
En Sevilla dirigió la construcción del templo desde sus cimientos hasta la altura del crucero sin introducir grandes cambios en el proyecto inicial de Ysambart.
Tras la muerte de Carlín en el año 1448 tomó el relevo Joan Normant, quien había acompañado a Carlín durante gran parte de su vida. Joan Normant, estuvo activo en Sevilla hasta 1472. Tras un periodo en el que se contrataron varios maestros para acelerar las obras, Simón de Colonia y posteriormente en Alonso Rodríguez acabaron el edificio.
Las obras finalizaron el día 6 de octubre de 1506, con la colocación de la piedra postrera en la parte más alta del cimborrio. No obstante este se desplomó la noche del 28 de diciembre de 1511. Por ello Alonso Rodríguez fue sustituido por Gil de Hontañon, maestro de la catedral de Salamanca, como nuevo maestro mayor de la catedral hispalense. Éste se encarga de la reposición del cimborrio, el segundo de su historia. Hecho que supuso una nueva inauguración solemne y oficial de la catedral el día 4 de noviembre de 1519. Aunque también este acabó desplomado el día 1 de agosto de 1888.
En lo referente a la arquitectura interior del edificio, destacar su distribución poco habitual para el estilo gótico. El espacio interior de la catedral se divide en 5 naves abovedadas de gran altura con crucero, y capillas laterales . A su vez consta de una cabecera recta orientada de la misma forma que la primitiva mezquita aljama sobre la que se levanta.
La nave central y la del crucero son más elevadas que las laterales, marcando una cruz latina en alzado aunque no sobresaliente en planta.
En lugar de triforio se creó un balcón corrido por toda la nave mayor, entre los altos arcos formeros y los ventanales del claristorio.
La impresionante nave central aloja a dos carismáticas edificaciones: el coro, flanqueado por grandes órganos, y la Capilla Mayor. Esta, de cuatro plantas, aloja el retablo mayor, el retablo conocido más grande de la cristiandad. Entre ellos hay tres zonas anexas: la nave de San Fernando Rey, el crucero (cuyas bóvedas son las más altas del conjunto) y el Trascoro. Cada una de estas tres zonas se corresponden con las tres jerarquías de la ciudad medieval.
La primera es la catedral regia o panteón de los reyes. La segunda, la catedral eclesiástica o parte reservada al Arzobispo y al Cabildo, y la tercera es la catedral popular, situada hacia Poniente.
En el centro de la nave principal están el coro, y la capilla mayor, donde se encuentra el impresionante retablo realizado entre 1482 y 1564.
Otro elemento muy destacable del interior es sin duda la capilla real, que hace las funciones de cabecera de la catedral. Se trata de una construcción singular, ya que es una especie de ábside renacentista situado donde cabría esperar una gran girola ojival, típica del gótico. En dicha capilla está el panteón del Rey San Fernando y de su hijo, Alfonso X. Junto a estor reyes, encontramos los sepulcros de algunos otros miembros de la familia real de la época. Asimismo, encontramos en ella a la imagen gótica de Santa María de los Reyes, patrona de la archidiócesis de Sevilla.
Cabe destacar también los tesoros del templo y una gran cantidad de pinturas de Murillo, como los retratos de San Isidoro o San Leandro; cuadros como Santa Teresa, de Zurbarán, y la cabeza esculpida de San Juan Bautista. La tumba de Cristóbal Colón, obra de Arturo Mélida se encuentra en el brazo derecho del crucero de la Catedral. Aquí reposan los restos del famoso descubridor de América.
En cuanto a la arquitectura exterior son muchos los elementos a destacar, por lo que vamos a describir algunos de ellos:
PORTADAS:
La catedral cuenta con diez puertas o portadas de las que destacamos varias en el siguiente enlace:
Portadas de la Catedral de Sevilla: Las puertas del cielo
El siguente elemento destacable es el Patio de los naranjos.
Este espacio abierto de la catedral, también es un vestigio de la antigua mezquita mayor de Sevilla, ya que era el Sahn o patio de abluciones, en el que se cumplía con el rito musulmán de la limpieza corporal, previo a la entrada al templo religioso. Para poder cumplir con esta premisa, en el patio había una fuente, que de hecho ya se encontraba en el lugar antes de la construcción de la mezquita, por lo que se cree que era visigoda o romana y que aun se conserva a día de hoy.
El patio datado entre 1188 y 1196, esta construido con ladrillos, a excepción de los pilares de los arcos, que son de piedra. La estructura del conjunto es a base de arcos apuntados de herradura. Los lados más cortos del patio tienen 7 arcos cada uno, mientras que el lado más largo consta de 13 arcos, que se dividen en dos grupos de seis a cada lado del arco central, que no es otro que la llamada Puerta del Perdón.
Además de la fuente de las abluciones, en el espacio abierto del patio encontraremos cuatro brocales de mármol que son las bocas de entrada de los aljibes subterráneos que hay bajo el patio, y donde recientemente se han encontrado dos grandes cisternas. Algunos de estos aljibes se usaron durante el siglo XVII como osarios.
El aspecto actual del patio, es obra del arquitecto Félix Hernández, quien llevó a cabo las obras de restauración del mismo durante los años 40 del siglo XX.
Tras derribar algunos edificios acumulados en el patio con el paso del tiempo, el arquitecto movió la fuente unos metros para hacerla coincidir con la intersección de los ejes principales del patio. A continuación alineó todos los alcorques de los naranjos con los contrafuertes de los muros y plantó nuevos naranjos, a la vez que construyó cuatro nuevas fuentes en las esquinas del patio y aprovechando para soterrar la instalación eléctrica de la catedral, sustituyó el enlosado del patio por el actual de ladrillo colocado en forma de espina de pez.
En cuanto a algunos elementos destacables del patio, podríamos comenzar por la Puerta del lagarto, que se encuentra cubierta por una bóveda de mocárabe que nos hace imaginar como sería la decoración de la antigua mezquita. En esta misma nave, además de los objetos que hay colgados cerca de la puerta y que ya hemos comentado en la descripción de dicha puerta, podemos observar una serie de lápidas, columnas y otros objetos hallados en las excavaciones realizadas en el patio.
En el pilar central de dicha nave, nos encontramos con un púlpito desde el que predicaron personajes tan relevantes como los santos Vicente Ferrer o Francisco de Borja, como queda recogido en la lápida que se encuentra debajo del mismo. Sin abandonar esta misma nave, nos encontramos con una de las puertas de la Biblioteca Colombina, donde se conservan los más de 5000 volúmenes que donó Hernándo Colón, hijo del Almirante Cristobal Colón.
Otro de los elementos más destacados del patio de los naranjos, es sin duda, la Iglesia del Sagrario, levantada entre 1617 y 1662 por Miguel de Zumárraga y Fernando de Oviedo. Este edificio de estilo barroco que se levanta en el lugar donde anteriormente se encontraba una de las naves del patio, presenta una planta en forma de cruz latina y crucero cubierto con bóveda decorada, que nos impactará por su altura y luminosidad.
Para conocer en detalle esta iglesia, haz clic en el siguiente enlace:
Por último, destacar un curioso objeto que se encuentra cerca de la Iglesia del Sagrario. Este objeto es una enorme rueda de madera que se trata de uno de los zunchos que se utilizaron entre 1999 y 2009 durante la reparación de varias columnas de la catedral que se encontraban en mal estado de conservación.
Pero sin lugar a dudas, el elemento arquitectónico más característico de la catedral de Sevilla, es la Giralda, cuya historia y detalles puedes conocer en el siguiente enlace:
Sin duda, subir a la Giralda es el final perfecto para nuestra visita a la catedral, y contemplar desde las alturas esta magnífica ciudad que aun tiene tanto por ofrecernos.