Vista nocturna de la ciudad Museo Picasso Fuente de las tres gracias
La historia de Málaga está salpicada por las huellas que han ido dejando varias culturas con el paso de los siglos. En el lugar donde se ubica la actual ciudad de Málaga existía un asentamiento Bástulo, sobre el cual los fenicios fundaron la colonia de Malaka. Tras un periodo de dominación cartaginesa, Malaka pasó a formar parte de Roma.
En su época romana, la ciudad vivió un periodo de gran esplendor, que se refleja en los restos arqueológicos que perduran en ella, en especial, su Teatro romano.
Tras la caída del Imperio romano, la ciudad vive un largo periodo de decadencia hasta su conversión, en el año 711, en ciudad musulmana, momento en el que comienza una etapa de ocho siglos dónde la ciudad sufre un importante aumento de su población, auspiciado principalmente por el auge económico que durante los tres primeros siglos de dominación musulmana se vivió en la ciudad gracias al comercio y al intercambio de productos a través de su puerto.
Durante el periodo musulmán, se construye el recinto amurallado de la ciudad, que abarcaba desde el mar hasta la Alcazaba, subiendo por la actual Calle Álamos y de ahí a la Calle Granada, donde se encontraba la puerta del camino que conducía a la ciudad Nazarí. Todo el recinto quedaba al abrigo del Castillo de Gibralfaro.
El periodo musulmán acaba en el año 1487, con la toma de la ciudad por parte de las tropas cristianas.
En el siglo XVI, se lleva a cabo la primera remodelación urbanística de la ciudad, donde se construye una vía ancha que permitía la circulación de carros, la hoy conocida como Calle Nueva, entre la Puerta del mar y la actual Plaza de la constitución. Es también en este siglo cuando se comienza la construcción de la cabecera de la Iglesia-Catedral, concretamente el crucero, la girola y la capilla mayor.
Durante los siglos XVII y XVIII la vida económica de la ciudad crece en torno al puerto, que basaba su actividad económica en la importación de trigo y la exportación de pasas y vinos, y que sumado al decreto de libre comercio con América de 1778, supuso un importante aumento de la población de la ciudad.
Este aumento poblacional, trajo aparejadas varias remodelaciones urbanísticas de la ciudad, entre los que destacan el proyecto de construcción del Paseo de la Alameda, de 1783 o la construcción del edificio de la Aduana a finales de siglo.
El siglo XIX estuvo marcado por una crisis generalizada en todos los aspectos de la ciudad, desde el político al económico, pasando por la vida social de la ciudad. Esta crisis vino dada por multitud de aspectos como la guerra de la independencia, el fin del comercio marítimo con América o los graves problemas de la industria malagueña, lo que hizo de este siglo, uno de los mas decadentes en la historia de la ciudad.
Es ya en el siglo XX cuando se lleva a cabo la remodelación del casco antiguo. En esta remodelación, la Calle Larios, que fue trazada a finales del siglo anterior, pasa a convertirse en un punto central de la ciudad, donde se reúne la sociedad malagueña de la época. Otro punto muy destacable de este proyecto, fue la construcción del paseo del parque en terrenos ganados al mar.
Ya en la segunda mitad del siglo XX, la ciudad sufre un rápido aumento de población aparejado a un gran desarrollo urbanístico, como consecuencia de la evolución del sector turístico. Actualmente, Málaga con mas de 570000 habitantes, es la sexta ciudad más poblada de España.
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