El puente de Isabel II, debe su nombre a esta reina ya que su construcción finalizó durante su reinado, aunque es conocido popularmente como Puente de Triana.
Este puente representa otra de las imágenes icónicas de Sevilla. Su estructura de hierro y su reflejo sobre el Guadalquivir son inconfundibles. Su construcción se dio por finalizada en el año 1852, lo que lo convierte en el más antiguo de España construido en hierro. Pero aunque su finalización data del siglo XIV, tiene su origen en el siglo XII.
En el año 1171, bajo gobierno del califa almohade Abu Yacub Yusuf, se construyó el denominado puente de barcas, que constaba de trece barcas amarradas con cadenas sobre las que se apoyaban fuertes tablones de madera. Su emplazamiento coincidía con el del actual Puente de Isabel II, El Castillo, en el lado de Triana y a la altura de la puerta de la muralla, en el lado de la ciudad; solo en 1845 cuando se iniciaron las obras de construcción del actual puente, se trasladó su emplazamiento a la zona frente a la Plaza de toros de la Real Maestranza.
El diseño escogido era análogo al del Puente Carrousel, hoy desaparecido, que se levantaba, en París, sobre el río Sena, que había sido ejecutado en 1834 por el ingeniero francés Polonceau. El proyecto del nuevo puente del Guadalquivir se encargó a los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet, que ya trabajaban en El Puerto de Santa María en la construcción de otro.
Los materiales utilizados fueron pilares de piedra y hierro, sin utilización de madera. En la orilla de Triana se estableció una gran rampa de contención que llega hasta la calle de San Jorge. Se impuso que las piezas de fundición fuesen construidas en España, en concreto en Sevilla, en los talleres de los hermanos Bonaplata. La construcción se inició en 1845 y se termino en 1852. La inauguración se realizó el 23 de febrero de 1852 con la celebración de un desfile militar. El puente fue declarado Monumento Histórico Nacional el 13 de abril de 1976.
Un año más tarde, en 1977, fue restaurado según proyecto del ingeniero onubense Juan Batanero, dirigiendo las obras el ingeniero sevillano Manuel rios Pérez. Por esta reforma, se instaló un nuevo tablero y los arcos dejaron de tener función estructural, quedando como elementos puramente decorativos. Se reinauguró el 13 de junio de 1977.