Plaza Nueva


El espacio público que compone en la actualidad Plaza Nueva es el resultado de una dilatada evolución, única en la historia urbana de Granada, que se inicia en los comienzos del siglo XVI, y se prolonga hasta mediados del siglo XX. Es un enclave urbano que se ha ido conformando a lo largo del tiempo a partir de dos premisas: el cubrimiento progresivo del río Darro, que inicia en esta plaza su recorrido oculto por el centro histórico de Granada hasta su desembocadura final en el río Genil, y la apropiación paralela de terrenos pertenecientes al caserío histórico circundante que, a través de sucesivas operaciones enajenadoras, ha ido posibilitando el crecimiento constante de la plaza hasta alcanzar su extensión actual. No se trata, por tanto, de una plaza construida de una vez, conforme a un proyecto previo, sino que, por el contrario, su forma ha sido el resultado final de circunstancias históricas diversas que determinaron su evolución hasta el momento presente.

Plaza Nueva

Tras la conquista de Granada, y como consecuencia de la herencia legada por una trama urbana de origen musulmán, la ciudad carecía de plazas abiertas en su estructura que pudieran satisfacer las necesidades sociales de sus habitantes. La construcción de Plaza Nueva, impulsada por el Cabildo local, se presenta, por tanto, como el primer gran proyecto urbanístico de la urbe moderna que habrá de permitir superar esta carencia y dotarla de un espacio representativo de su nueva imagen como la ciudad castellana.

La nueva plaza quedaba cualificada como centro neurálgico de la ciudad moderna por el hecho de ejercer una función de ensamblaje entre las tres principales áreas urbanas que habían conformado la Granada nazarí: la medina, la Alcazaba Qadima, ubicada en el hoy popular barrio del Albaicín y la Alhambra, ésta a través de su conexión por la cuesta de Gomérez.

Fuente de Plaza Nueva

Pero, más allá de su incuestionable centralidad, el papel principal de Plaza Nueva en la Granada, se deduce, sobre todo, si atendemos a las importantes y diversas funciones cívicas a que se destinó su espacio: enclave lúdico para el desarrollo de justas, torneos, juegos de cañas y de toros, así como otro tipo de festejos; lugar funesto para la consumación de ejemplares ajusticiamientos públicos, como se puede constar en la horca representada sobre ella en la Plataforma de Granada de Ambrosio de Vico; escenario solemne para la celebración de proclamaciones, bodas o natalicios reales, de victorias militares o fiestas religiosas, así como el ir y venir a la Real Chancillería.

Unas décadas después, coincidiendo con el proceso de construcción de la Chancillería, la llamada Plaza Nueva del Hattabin sería ampliada con un segundo tramo de embovedado, la decisión de emprender esta segunda obra estaría justificada por el deseo de otorgar a la Chancillería el adecuado marco urbano que su alto prestigio como órgano jurídico de la administración del Estado requería, dando una suficiente perspectiva de contemplación a su noble fachada.

La fuente pública, inicialmente se instaló frente a la Chancillería, pero unos años después se trasladó a su emplazamiento actual. La fuente se remata por una granada.