Junto a la plaza de San Francisco, se encuentra otro de los puntos emblemáticos de la ciudad, la Plaza Nueva.
Esta plaza formaba parte del cauce del río Guadalquivir. Los restos de una nave de madera y un ancla aparecidos durante las obras del metro así lo atestiguan. Durante la época visigoda se desecó toda esta zona, aunque no se construye nada en ella hasta el periodo almorávide.
Tras la conquista de la ciudad en 1248, Fernando III otorgó a la orden franciscana parte de esta plaza. Aquí se ubicaron, entre ella y la Plaza de San Francisco, y construyeron su casa grande.
Este convento, que tras la guerra de la independencia quedó muy dañado, fue prácticamente derruido. Las autoridades de la ciudad decidieron remodelar este espacio y crear aquí una plaza pública. La capilla de San Onofre, la iglesia de San Buenaventura y el Arquillo, son los restos del convento que han llegado hasta nuestros días.
En el año 1852, con las obras del Ayuntamiento, se da por finalizada la plaza, aunque posteriormente se ha reformado en diferentes ocasiones.
En la plaza destaca sobremanera la estatua ecuestre de Fernando III «El Santo», conquistador de la ciudad. La figura del Rey se eleva sobre un gran pedestal de mármol blanco. En él aparecen representados mediante esculturas, cuatro de los grandes artífices de la conquista de Sevilla, Alfonso X, el almirante Ramón Bonifaz, el obispo Don Remondo y el caballero Garci Pérez de Vargas.
La estatua principal, obra de Joaquín Bilbao, recrea al Rey Fernando III sobre su caballo. El animal aparece con las cuatro patas en el aire, representando que la muerte del rey no se produjo en batalla, ni por las heridas provocadas en una, si no que su muerte fue natural.
El rey aparece con un cetro rematado por una cruz en su mano derecha, mientras que a su izquierda se representa una espada envainada. La silla de montar contiene también una imagen de la virgen con el niño Jesús en brazos.
Otra de las particularidades de este monumento es la tardanza en la realización del mismo. Aunque se ideó en el año 1862, no sería hasta 1877 cuando Alfonso III colocó la primera piedra de la construcción. Las obras se prolongaron a lo largo de nada más y nada menos que 47 años, quedando acabada en 1924. La inauguración del conjunto escultórico diseñado por Juan Talavera y Heredia se produjo el día 15 de agosto de 1924. Tal evento motivó una salida procesional extraordinaria de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad.
Volver a Ruta Sevilla Centro Archivo de Indias – Setas de Sevilla