La Plaza de las Monjas de Huelva se encuentra a mitad de camino entre la Plaza del Punto y la Plaza de la Merced, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y una de las plazas más antiguas de Huelva,donde encontramos edificios de gran interés como el Banco de España, el Palacio de los duques de Medina Sidonia donde residían los condes de Niebla, el antiguo hotel París o el Convento de las Madres Agustinas, templo por el que se le da el nombre a esta plaza desde el siglo XVI. En esta plaza se llegaron a celebrar incluso corridas de toros que los condes de Niebla veían desde su palacio. En cuanto a su arquitectura, es de planta rectangular y está abierta al tráfico por el lado del convento.
Su entrada por la Gran Vía la recibe una pequeña fuente flanqueada por el Monumento a Colón que señala hacia el océano sujetando en su mano la bandera de Castilla, además sobre su cuello lleva la medalla de la Virgen de la Cinta (patrona de Huelva), y ocho farolas de forja. El origen de esta plaza hay que buscarlo en la fundación del convento mudéjar de las Agustinas del que toma su nombre. Si éste se construye a principios del siglo XVI, debemos suponer que la plaza se formó frente a su fachada en los primeros años de este siglo. En 1907 se encargó al arquitecto municipal Francisco Monís y Morales su remodelación como espacio público. La conocida fuente Magna se levantó en 1942, símbolo de una época de continuos cambios abordados sobre todo con el crecimiento de la ciudad y la apertura de la Avenida Martín Alonso Pinzón en los años 50 que la convirtió en lugar de paso estratégico para la ciudad. En los años siguientes se desmanteló la fuente y en 1967 Alejandro Herrero eliminó elementos como el templete musical. En 1988 volvieron a recuperarse elementos gracias al proyecto de Alfonso Martínez Chacón siendo de nuevo parcialmente reformada en 2006 a lo que se sumó la semipeatonalización de la Gran Vía entre 2009 y 2010 y se le añadió un monumento a Colón en 2011. La última reforma de la plaza dejó al descubierto en 2007, que entre la fuente y la calle Vázquez López había en la época romana un edificio público con indicios de uso religioso. Según los expertos, por su profundidad no puede localizarse y documentarse por otro método que no sea abrir y excavar. Hoy en día, es testigo de varios eventos, entre ellos es carrera oficial de la Semana Santa onubense; también en ella se celebra la Feria anual del libro entre otras actividades.