La Plaza de España, se engloba dentro de la Exposición Iberoamericana de las culturas que se celebró en Sevilla en el año 1929.
El edificio de la Plaza de España, se proyectó para ser el edificio central de la mencionada Exposición iberoamericana. En torno a su construcción orbitaron la mayoría de las decisiones que se tomaron respecto a esta.
Así en 1914 Alfonso XIII colocó la primera piedra de este proyecto del arquitecto sevillano Aníbal González. En este proyecto se pretendía representar un abrazo en el tiempo y en el espacio, entre España y las ciudades del entonces llamado Nuevo Mundo.
A pesar de que las obras de la plaza comenzaron con 15 años de antelación con respecto a la exposición, no avanzaban. La lentitud de las obras provocó que en 1925 Miguel Primo de Rivera nombrara a José Cruz Conde, comisario regio y gobernador civil de Sevilla. Un año más tarde, con lo fundamental de la Plaza de España ya terminado, Aníbal González dimitió del proyecto y lo relevó Vicente Traver. Este acabó el proyecto a tiempo para la Exposición Iberoamericana, siendo inaugurada la plaza el 9 de Mayo de 1929.
En lo referente a su arquitectura, en la Plaza de España se aprecian elementos distintivos de varios estilos, destacando el neomudejar y el renacentista. La plaza de forma semielíptica, es de grandes dimensiones, ya que con sus 170 metros de diámetro, abarca unos 50000 m2 repartidos entre el edificio y la plaza.
La plaza está bordeada por un canal navegable de 515 metros y que es atravesado por cuatro puentes que representan a los antiguos cuatro reinos que conformaban España. Los edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central, alas con edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y torres en los extremos, que debido a sus 74 metros de altura, generaron controversia en su momento, ya que podían restar importancia a la torre de la Giralda.
Al recorrer la plaza, estaremos dando un paseo por todas las provincias españolas, que se encuentran representadas en los 48 bancos con azulejos que se distribuyen por la misma. Son 48 bancos y no 50, ya que hasta el años 1927, en las Islas canarias solo se contaba con una provincia, además, la provincia de Sevilla no cuenta con un banco, sino que está representada mediante murales cerámicos en los extremos de cada una de las alas del edificio.
Otra curiosidad de este paseo por España, es el orden en el que se representaron las provincias. Para ello se siguió un criterio puramente alfabético, pero que queda roto por la provincia de Pamplona, ya que en un principio se representó como Navarra, pero la escena que se eligió inicialmente, La muerte de García IV, fue sustituida tras la exposición, por que se pensó que era demasiado violenta, y en su lugar se colocó El reparto del Reino de Navarra, y se cambió el nombre Navarra por el de Pamplona, arruinando así el buscado orden alfabético.
Sobre los 48 bancos, nos encontramos con 48 medallones, en los que se representan personajes de importancia para la ciudad o el país. Entre estos personajes podemos encontrar a Góngora, Quevedo, o Hernan Cortés.
Por último recordar que esta plaza ha servido como escenario para películas como Lawrence de Arabia y El viento y el león, Star Wars o El dictador.