A principios de noviembre de 2017, se une un nuevo espacio patrimonial a la ciudad de Málaga, el edificio del Rectorado de Málaga.
Este edificio de estilo neomudéjar, fue originalmente la Casa de Correos y Telégrafos.
El arquitecto del edificio fue Teodoro de Anasagasti y Algán y se construyó paralelamente a otros 50 edificios de correos por toda España, a principios del siglo XX.
Será el Rectorado de la Universidad de Málaga el que se interese por el inmueble y para adaptarlo a su nuevo uso, lo va a remodelar por completo y cambiar totalmente su disposición interior. De hecho, solo se va a conservar la fachada original del proyecto, el interior fue completamente vaciado en la reforma que se realizó en 1998, siendo durante las mismas cuando aparecieron veintisiete piletas romanas para salazón de pescado y garum. Además de las piletas, aparecieron restos de una muralla de época de época fenicia, datada en más de 2.700 años de antigüedad.
Los restos hallados en las excavaciones se han integrado con un nuevo espacio expositivo llamado «Málaga. Un tiempo, todos los tiempos. Un viajero, Todos los viajeros» que hace un recorrido por las distintas civilizaciones que se han sentido atraídas por la ciudad.
Allí mismo se sitúan una serie de pantallas, a modo de velas de barcos, donde se proyecta un audiovisual muy interesante, con imágenes relevantes en la historia y cultura de la ciudad, así como una banda sonora envolvente. Y por si fuera poco, al final de la sala existe una pequeña habitación circular donde aparecen se reflejan los edificios más importantes de Málaga, tomando como epicentro el propio edificio del Rectorado. Una manera de situar este preciado enclave en su entorno monumental.