Este antiguo templo de la ciudad, bajo la advocación de La Santa Cruz, se levanta en la plaza de FrayFélix, en el corazón del conocido barrio de Pópulo, primer núcleo poblacional de la ciudad.
Se ubica sobre la antigua mezquita del Cádiz musulmán, por iniciativa del conquistador de la villa, hacia 1263, el rey Alfonso X El Sabio, quien le dio rango de catedral al conseguir una Bula del papa Urbano IV para trasladar hasta aquí la diócesis desde Medina Sidonia, como sede para su propia sepultura.
La continua amenaza de piratas, que más de una vez se convirtió durante la Edad Media en trágicos asaltos e incendios, junto con su excesiva proximidad al mar de vendaval explican que no haya llegado hasta nuestros días casi nada de aquella construcción alfonsina.
Su planta debió ser rectangular con tres naves separadas por hileras de pilares que sostendrían arcos ojivales rematados por cubierta de madera a dos aguas, como puede deducirse de la minuciosa panorámica de Cádiz de 1513 conservada en el Archivo General de Simancas, en los grabados de Hoefnagel de 1564, y en los dibujos de A. Van den Wyngaerde de 1567, todos ellos anteriores al tristemente célebre saqueo de la ciudad de 1596 llevado a cabo por las tropas angloholandesas capitaneadas por el conde de Essex en que supuso la práctica destrucción de la ciudad.
Tras esa fecha, su reconstrucción se realiza gracias al mecenazgo de los obispos García de Haro y Zapata Cisneros, con planos atribuidos al ingeniero militar Cristóbal de Rojas, siendo director de las obras Ginés Martín de Aranda, cerrándose sus bóvedas en 1605.
Es una iglesia de tipología columnaria de planta irregular y tres naves separadas por gruesas columnas de piedra ostionera y estilo toscano, y forma parte de un conjunto más amplio y también irregular, del que forman parte además el edificio de La Contaduría Eclesiástica y el Colegio de la Santa Cruz.
En uno de los ángulos de la fachada de la Contaduría, y frente a la fachada de la Epístola de la iglesia se levanta la torre-campanario, de planta rectangular. Su ubicación separada del cuerpo principal del templo, ha dado lugar a la teoría de su origen musulmán, correspondiente al alminar de la antigua Mezquita Mayor que existía en este lugar, dentro del recinto primitivo de la ciudad, y cuya base podría haberse aprovechado para el actual primer cuerpo de esta torre.
En cuanto a la iglesia, destacar la Capilla del Sagrario, obra de Felipe de Gálvez de 1689, el Retablo del Altar Mayor, obra de 1647 del ensamblador Alejandro Saavedra de 1647, siendo las esculturas de Alonso Martínez.
Mención especial merece el majestuoso retablo de mármol de la Capilla de los Genoveses, realizado por Andrea Andreolien 1671 con mármoles italianos.
Felipe Gálvez planteó en 1689 el Sagrario como un gran torreón cúbico articulado sobre las antiguas defensas de amuralladas de la ciudad, y no se termina hasta la segunda mitad del siglo XVIII por Torcuato Cayón.
El rotundo volumen cúbico de este torreón con su escalera cilíndrica adosada destacando sobre el conjunto de la iglesia y las edificaciones adosadas es una de las imágenes emblemáticas de la ciudad en esta fachada sur abierta al mar.
En el año 1838, inaugurada la Catedral Nueva, este templo pasa a conocerse cono «catedral Vieja», ejerciendo funciones de parroquia y como Sagrario de la catedral nueva.
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