La
Calle Elvira: El eje urbano de la Granada Musulmana y Cristiana.
La
calle Elvira –la zanagat Ilbira musulmana- fue la principal y más
larga vía de la Granada islámica desde su configuración
urbanística en el siglo XI. Se iniciaba en la Puerta Elvira, abierta
en el sector septentrional del recinto amurallado de la medina, y
alcanzaba a penetrar hasta el corazón de la misma donde concluía
junto al cauce descubierto del río Darro.
En su origen se trataba de una calle con un perfil aún más irregular y estrecho que el actual, pese a ello su ancho de calle era notablemente mayor que el de la trama urbana circundante, característica de las ciudades musulmanas medievales, lo que unido a su gran longitud y situación estratégica, la convirtieron desde el principio en una arteria vital para el desarrollo de los flujos de personas y mercancías en la ciudad y, en consecuencia, para el establecimiento a lo largo de ella de una intensa actividad comercial.
La calle Elvira se cruzaba con el Zacatín, la otra gran arteria comercial de la medina, ya que hasta finales del siglo XIX, esta última calle tenía un desarrollo longitudinal mayor que el que presenta hoy en día; hasta que la apertura de la Gran Vía de Colón supuso la mutilación de cerca de la mitad de su trazado.
La apertura de la Gran Vía significó que la Calle Elvira perdiera definitivamente su histórica función de vía principal de tránsito de la ciudad y pasara a ocupar una posición secundaria dentro de la estructura urbana del centro histórico.
A lo largo de ella se insertan hitos monumentales que testimonian la importancia urbana que tuvo esta vía en el pasado. Así la calle se abre con la monumental Puerta de Elvira y, cerca de ella, se conserva otro resto de la arquitectura musulmana, el baño de Hernando de Zafra, diversas construcciones cristianas como las iglesias parroquiales de San Andrés y la de los Hospitalicos.