Construido por los arquitectos Manuel Rivera Vera y Fernando Guerrero Strachan en los terrenos entregados por el Estado al Consistorio entre el cerro de la Alcazaba y el antiguo muelle, una vez se ganaron los terrenos al mar con la construcción del nuevo puerto.
En 1904 se inició el derribo de las viejas murallas y edificios militares que había en esa zona (la Comandancia, el Parque de Ingenieros y el Cuartel de Levante) y en el solar resultante se fue construyendo el famoso ABC (los edificios del Ayuntamiento, Banco de España y Correos).
La primera piedra del Consistorio se puso el último día de 1911. El edificio se entregó en una ceremonia el 9 de abril de 1919, en tiempos del alcalde Manuel Romero Raggio. Costó algo más de un millón y medio de pesetas.
El día 9 de abril del año 2019, el edificio cumplió cien años, un periodo en que se han dado sucesos de muy diversa índole, entre los que podemos destacar desde visitas reales como la de Alfonso XIII, que en mayo de 1921 se convirtió en el primer Rey de España en visitar el edificio.
En el ayuntamiento también se han producido simulacros de evacuación por parte de los bomberos, lo que generó una gran expectación entre los malagueños ( 1923 ). Otros dos hechos muy destacables fueron la proclamación de la República el día 14 de abril de 1931 por parte de Emilio Baeza Medina y la llegada de la democracia el día 19 de abril de 1979.
También hay que recordar, en 2002, la famosa cumbre hispano-francesa que trajo al Ayuntamiento a los presidentes de Francia y España, José María Aznar y Jacques Chirac.
En cuanto a su arquitectura, el edificio de la Casa Consistorial de Málaga presenta una planta rectangular en cuyo centro se inscribe un patio porticado con pilares rectangulares y arcos de medio punto, alrededor del cual discurren galerías que funcionan como elementos de comunicación entre las distintas dependencias.
El edificio consta de tres pisos separados por cornisas, elevados sobre un zócalo que salva el desnivel del terreno, y terminados en una azotea plana bordeada por petril en cuyas esquinas está rematado por cuatro cuerpos cuadrados dispuestos a modo de torres y cubiertos por bóvedas revestidas con escamas de láminas de zinc.
La fachada principal, cuenta con tres pisos:
El primero, elevado sobre un podio con triple escalinata, se compone de un arco rebajado flanqueado por columnas corintias, recordando las antiguas puertas de la ciudad, y a través del cual se accede a la puerta principal del edificio.
Siguiendo el esquema de templo clásico, en el segundo piso se abre un gran balcón con columnas jónicas pareadas y coronadas por un frontón triangular. En dicho frontón encontramos un altorrelieve de Francisco Palma, en el que se representa a una matrona, símbolo de la ciudad, junto a figuras alegóricas de algunas de las principales actividades económicas de Málaga. Obra de este mismo escultor son las figuras de heraldos de los distintos reinos de España que coronan los remates del edificio.
El último alberga la torre del reloj, este último de época coetánea a la construcción del edificio, realizado en la Casa de Moisés Díaz de Palencia.
Las fachadas laterales, con acceso desde la calle Roma y la calle Francisco Bejarano Robles, en los lados este y oeste, respectivamente, repiten el esquema compositivo de la fachada principal.
Esta decoración exterior es en gran parte obra de Diego García Carrera, quien a su vez es el autor de las parejas de León es heráldicos y los jarrones de bronce que decoran la escalera principal del interior del edificio.
Dicha escalera de tipo imperial, está iluminada mediante varios lucernarios de luz artificial, así como por varias vidrieras en las que se presentan pasajes históricos de la ciudad, como la fundación de la misma por parte de los fenicios o la entrada de los reyes católicos a Málaga.
Ya en el interior, destacan dos estancias sobre las demás, el Salón de Plenos y el Salón de los Espejos.
El techo del Salón de Plenos está decorado con dos importantes pinturas, una de ellas, del pintor César Álvarez Dumont que representa los episodios del desembarco de los heridos de África socorridos por la población malacitana. La segunda pintuta, obra de Antonio Muñoz Degrain, se representa el salvamento de los náufragos de la fragata alemana Gneissenau en el año 1900, origen del lema heráldico de «Muy Hospitalaria».
Este hecho quedará marcado en la historia de Málaga y aún hoy en día se recuerda, gracias al Puente de Santo Domingo, conocido como Puente de los alemanes, ya que fue un regalo a la ciudad por parte de las autoridades alemanas como muestra de gratitud por la ayuda prestada por los malagueños en aquel incidente.
Para completar el programa decorativo del Salón de Plenos se insertan en los paramentos seis placas conmemorativas en las que se destacan hechos comoos placas son obra de A. Carmona, en la primera se conmemora la concesión del Agua de Torremolinos a Málaga, o el homenaje a José María Torrijos y sus compañeros fusilados en el año 1904.
El otro espacio a destacar en la primera planta del Ayuntamiento es el conocido como Salón de los Espejos. Este espacio también llamado Salón de Recepciones y Festejos, contiene una ámplia colección de retratos de personajes importantes para la historia de la ciudad como José Molina Lario, Lorenzo Armengual de la Mota o Antonio Cánovas del Castillo.
La primera planta se completa con el Salón de Sesiones y una galería, conocida como Galería de Alcaldes, en la que se ubica una importante colección de retratos de los alcaldes de la ciudad, que forman parte del conjunto de bienes muebles vinculados al Bien.